Un pozo consiste en una perforación o excavación vertical en la tierra, destinado a tener suficiente profundidad para llegar al objetivo que se desea, que suele ser agua subterránea o algún tipo de fluido. Su construcción y desarrollo se hace, en la mayoría de los casos, de forma cilíndrica y las paredes se aseguran con elementos como piedras, cemento, ladrillos o madera, para evitar que se deterioren o que se derrumben, originando un taponamiento del pozo.
Los pozos excavados por la fuerza del hombre, asegurando los huecos con paredes empedradas, ya quedaron en el olvido. Los pozos que se construyen en la actualidad deben de reunir una serie de requisitos técnicos que proporcionen eficiencia y durabilidad, por lo que su realización debe estar encomendada a profesionales especiales y cualificados en esta tarea, en la que se entrecruzan conceptos muy distintos pertenecientes a disciplinas complejas como la geología, la hidrología o la física.
El equipo de Jorge Álvarez en Pozos Sondega, que se ha convertido en una empresa líder del sector de las perforaciones, por su experiencia y calidad de las mismas, cuenta con una maquinaria moderna y un personal muy especializado en la excavación de diferentes tipos de pozos, disponiendo incluso de zahoríes con elevados porcentajes de acierto en su búsqueda.
Además, es norma de la empresa que un ingeniero realice un estudio detallado de los terrenos en los que es preciso perforar, para estar en disposición de proporcionar una información suficiente y detallada de las condiciones al propio cliente.